CORAL MONTESINO (1983)

Comentario del libro: 

Escrito en el año 1983. Es un canto a la tierra de sus ancestros y a sus recuerdos de niñez, así lo explica en su Introducción “Nació por la devoción que tengo al Lugar de Monte, vivido, gozado y amado desde niña”.  Son poemas llenos de sentimientos de amor y nostalgia.

 La portada e ilustraciones del interior son de Matilde Camus, fué este un tiempo en que experimentó con diferentes técnicas pictóricas Incluso hizo alguna exposición en Santander.

RETORNO

Ayer llegué hasta Monte.
Iba mi mente llena de recuerdos,
por aquellos caminos pedregosos,
de zarzales, estrechos.

Caminos recorridos tantas  veces;
les llevo tan adentro,
que si cierro mis párpados avanzo
sin dudas y sin miedo.

Yo conozco sus piedras y sus hoyos,
hasta el aroma suave de los huertos
donde aún existen árboles de tilo
que se mueven al viento.

Contemplé sus corrales, sus sembrados,
sus prados vigorosos y norteños
donde la yerba crece
con tanta plenitud, con tanto aliento,
que parece la tierra prometida
por su fecundo suelo.

  ALMA Y GOZO

 Alma y gozo es mi lugar
por su caudal emotivo.
La niebla dulce motivo,
besa su tierra y su mar.
Prados de verdor sin par
y surcos rectos de arado
ponen juego enamorado
en los  rincones sencillos.
El sol, cedente de brillos,
envuelve el acantilado..

EL ATAJO

Prado a través. El atajo
– barro y piedras – va a la casa
de Aviche, donde la abuela
vive su vejez en calma.
.
Hechizo de campo al biés.
Sutileza en la mañana
cuando el sol, recién nacido,
estiliza la distancia.
.
Al trasponer el portal
la abuela riendo avanza.
Sus brazos, aspas de amor,
¡con cuanta ternura abrazan!.

SEGUID EN PIE

Seguid en pie, curtidos labradores.
Sea vuestra postura acusadora
de todo el egoísmo que anda ahora
suelto por esta tierra de terrores.
.
Seguid en pie. Gritad los sinsabores
que vivís en el campo, hora tras hora.
No dejéis que otra mente usurpadora
anule sacrificios y sudores.
.
Adelante y en pie, todos hermanos
para que se valoren vuestras manos
y el trabajo que ocupa vuestra vida.
.
Seguid en pie seguros, en la brega;
que no puedan decir que se doblega
vuestra pasión, que no será vencida..

HOMENAJE A LOS ANCIANOS

Fundir el Sol y surgirá un anciano
de noble corazón y fértil vida
que, habiendo dado tanto, nos convida
a su huerto de amor, hondo y humano.
.
La ternura infinita de su mano
responde a la verdad por él vivida.
Es calor familiar y, su acogida,
humanidad cargada de verano.
.
Ancianidad. Respeto por ti siento.
Acaricio tus sienes y mi acento
se transforma en palabra reverente.
.
Te ofrezco devoción en desagravio
y te dejo en el rostro, labio a labio,
el beso más profundo y más ferviente.

LUGAR DE MONTE

Lugar de Monte. Romance
hilando amor y recuerdos;
fulgor de verde que tiembla
en la fronda de los huertos;
paisaje de prado y de árbol
con floración en crescendo.

Hoy revivo, caminando,
lo sublime de tu verbo
hasta rebosarme el alma
de entrañable sentimiento.

Lugar de Monte. Tu brisa
con polen de chopos viejos
va inyectando infinitud
a mi reflexión sin tiempo.

Pones en mis ojos vida,
en mi corazón remedio,
en los pasos imborrables
de mi caminar, arrestos
de tantos antepasados
que nacieron en tu seno.

Te adoro tierra. ¡Mi tierra!
Solar de padres y abuelos
que recogieron cosechas
granadas con alto esfuerzo;
que caminaron descalzos
para sentirte más dentro,
que solventaron agobios
con hombría y con empeño.

Fueron los Camus, los Toca,
los Bolado, los Callejo;
los Aviche, los de Castro,
los Herrera, los Cruceño;
los Santelices, los Bóo,
los Estrada, los Carreño;
los de Lanza, los Muriedas,
los Gómez Lombo, los Diego…

Muchos y sufridos hombres
de la raza, donde abrevo,
dejaron en ti su impronta
al construir tus cimientos,
todos llevaban apodos
con orgullo, sin complejo,
vigorizando su estirpe
con nobleza y fundamento.

Yo llevo veinte apellidos
de tu Lugar. Son mis huesos
sustancia de campesinos
esforzados e irredentos
en la cotidiana lucha
de su rango y de su tiempo.
Por ello grito gozosa
y con ética sostengo
que heredé linaje y brío
de labradores honestos.

Que montesina es mi casta,
por ser de los suyos deudo
y reafirmo su hidalguía
con mi sentir, con mi celo,
con mis raíces que vienen
de la entraña de su suelo.

BAJADA DE SAN JUAN

El Alta. ¡Qué verde todo
en el fondo del recuerdo!
¡Qué sinfonía de prados
hacia Monte va cayendo!

Cómo suena la campana
de la Parroquia del pueblo.
Es fiesta y el Sol responde
con su corazón de fuego.

“La Bajada de San Juan”
-zarzales añosos-, viento
acariciándome el rostro
en rumoroso revuelo.

Mis pupilas se humedecen
tiernamente y el sendero
del bucólico paisaje
es cómplice del encuentro.

La ternura, gravitando,
da emoción al pensamiento
¡Qué infancia más entrañable
conservo dentro del pecho!.

SI LEJOS DE MONTE MUERO

Si lejos de Monte muero,
llevadme a él sin tardar.
.
No olvidéis que mis raíces
son de su tierra vital
y mi deseo más firme
es estar junto a su mar,
porque adoro el infinito
de sus aguas de cristal,
de sus latidos de espuma,
de sus pulsos de coral.
Deseo que mis cenizas
esperen la eternidad
al lado de mis mayores,
en el terruño natal.
.
Si lejos de Monte muero
llevadme a él sin tardar.
.
En Monte soñé de niña,
fue conmigo maternal,
dando a mi razón firmeza
y a mi sentimiento afán.
El mar, cercano y solemne,
velará mi soledad
brindándome sus arrullos,
bañando en yodo mi faz,
ofreciéndome primicias
que nunca envejecerán.
.
Si lejos de Monte muero
llevadme a él sin tardar.
.
Me envolverá su ternura,
me cantará nuestro mar
y las cambiantes mareas
que llegan al litoral.
Me perfumarán los prados
-olor de tierra natal-
y las nieblas mañaneras
mi cuerpo acariciarán,
besando mi rostro inmóvil
en un descanso final.
.
Si lejos de Monte muero
llevadme a él sin tardar.
.
Cerca del paisaje amigo,
junto a San Pedro del Mar,
bajo la tierra adorada
que un día me vio casar.
Amor de verdes campiñas,
dulzuras de eternidad,
caricias de viento alzado
que huelen a yodo y sal,
se acercarán a mi cuerpo
ya cansado de luchar.
.
Si lejos de Monte muero
llevadme a él sin tardar.

ATARDECER EN INVIERNO

Entre piedras y zarzales
cómo se desliza el viento
que llega del Norte helado
sobre el Cantábrico fiero.

¡Cómo se esconde la tarde
en prolongado adulterio,
cambiando amor bronceado
entre tierra, mar y cielo!

El Sol, cansado y rojizo,
va ocultándose discreto
no sin haber paseado
sobre los prados su aliento.

Ya Monte cierra los ojos,
bañado en sombra y silencio,
bajo plateada escarcha
que vivifica el terreno.

Me siento tan conmovida,
tan dichosa del momento,
que mi espíritu gravita
con florecer esotérico.

VILLANCICO MONTESINO

Al niño montesino
le vela, y canta
la luna que trasnocha
y está de guardia.

De madrugada, madre,
la luna blanca,
al niño montesino
le vela y canta,
                                                           le vela y canta.

Le va diciendo, quedo,
con voz pausada,
que otro Niño ha nacido
sobre unas pajas.

Sobre unas pajas, madre,
sobre unas pajas,
para hermanar a todos
con su llegada,
                                                           con su llegada.

MAR CANTABRICO EN CALMA

Me gusta navegarte cuando humano
tiendes tu voz en calma; me apetece
ese ir y venir que se estremece
placentero de amor sobre mi mano.

Entonces eres alma, eres verano,
ilusión de mi espíritu que crece;
inmensidad azul que pertenece
a los días gozosos que yo hilvano.

Mar de mi tierra verde. Yo te adoro
cuando tu pecho canta y hace coro
al pescador que vive en tu esperanza;

Cuando sabes ser mimo, ser caricia,
y bañar nuestros pies con la primicia
húmeda y florecida de tu alianza.

GUARDIÁN CELOSO

Un castillo circular
recorta el gris horizonte,
siendo vigía de Monte
desde San Pedro del Mar.
Tan pintoresco lugar,
de pasto y de labrantío,
está abierto al norte frío.
El “Castillón” en reposo
es, siempre, guardián celoso
presto a ofrecer desafío.

CANTO A LOS BOLOS

Salta la bola y empuja
al bolo viril y quieto;
el pase es finura y reto
con sortilegio de bruja.
En la tierra se dibuja
todo un mundo de emoción;
el jugador es pasión,
es fuerza de alta nobleza
y a la bola da fijeza
para ponerla en acción.

En la mano, moldeada
por la curva plena y prieta,
crece un ímpetu de atleta
cuando la bola es lanzada.
En la figura lograda
de discóbolo gigante
hay plasticidad constante,
desde el tiro hasta el emboque.
“Quien mejor birle y coloque
demostrará más aguante…”.