
Comentario del libro:
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La inquietud de plasmar sentimientos en versos acompaña a Matilde Camus a lo largo de toda su vida. A punto de cumplir sus 25 años de matrimonio, momento más propicio para escribir y aprender, ha ido juntando un número de poemas que podrían conformar un libro. Su esposo y amigos poetas la animan, Gerardo Diego, prologa con una canción de corro este intento y se publica.
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VOCES, es un canto al entorno geográfico de Matilde: Su amado Santander y a sus vivencias familiares. Su éxito, dió pie a que fuese el primero de una larga lista de publicaciones.
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La portada y apunte de Matilde en el interior son obra de Justo Guisández, su esposo.
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TIERRA Y MAR
He nacido al frescor de tierra verde.
He sentido en mi entraña el latigazo
del mar gris, de su vivo maretazo
que lame nuestras costas o las muerde.
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Diseñaré el contorno que concuerde
en mimo de mis versos, de mi trazo.
Sobre la mar vecina seré abrazo,
seré amor inmortal, que las recuerde.
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Tierra y mar, equilibrio de paisaje,
entre bruma y caricias de oleaje
me conceden su plástica fortuna.
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Mi pasión tan redonda y desbordada,
se diluye en poemas de otoñada
derramándose en miel sobre mi cuna.
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A GERARDO DIEGO
Canta el mar con sus olas diagonales,
canta, canta sin tregua ni sosiego.
Canta porque eres tú, Gerardo Diego,
la voz nuestra de acentos fraternales.
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Cantan Cabarga y Mouro, entre sus sales.
Ríe el valle y la vega del pasiego.
Bella es tu inspiración, su vivo fuego,
ha llegado a la Peña de Ramales.
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Gira en tu honorla rueda de la vida.
Por tí asciende mi son, en su crecida,
devanada de versos mi garganta.
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Rumor lleva la tarde con sus brisas,
oro el cielo y el mar, entre sonrisas,
y hasta el Ciprés de Silos feliz canta.
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LA PREHISTORIA SE HACE HISTORIA
(A Emilio Botín-Sanz de Sautuola y López)
En el azul sereno de tus ojos,
con ocho años de luz y de inocencia,
tu profunda sorpresa se hizo Ciencia
al creer eran bueyes pelirrojos.
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Y fuiste tú María, fue tu boca,
quien descubrió la magia de Altamira.
Tu padre comprendió. En ella admira
el vigor de buril, pintura y roca.
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La sinrazón, puesta en razón, os niega
este prodigio vivo, que ha nacido,
de escultura y color. Arte curtido
en la capilla de esa gruta ciega.
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La honesta afirmación nos da la prueba
de este valioso encuentro con la Historia.
Ha triunfado la fe, siendo notoria
la realidad de nuestra egregia Cueva.
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YO QUISIERA
(A mi querido padre)
Yo quisiera elevarme, de puntillas,
hasta llegar a verte.
Y quisiera subirme en las agujas
de los altos cipreses.
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El dolor de mi mano hecho caricia
rozaría tus sienes,
al dejar en tus blancos cabellos
frescas hiedras silvestres.
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Yo quisiera cubrir tu cuerpo anciano
con finos tallos verdes,
y en tu querido rostro, ya rugoso,
dejar besos calientes.
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Con aquel fervor íntimo y redondo
que te ofrecí yo siempre;
te volvería a dar ¡tanta ternura!
como tu te mereces.
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HAS LLEGADO HASTA MÍ
Has llegado hasta mí como un milagro
florecido de gozo sobre nieve.
Tu deslumbrante amor, vivo y auténtico,
ha enfocado la luz sobre mi frente.
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He visto en las fronteras del espíritu
los pétalos de un beso que se ofrece
escuchando canciones, duplicadas,
en misteriosas lunas todas verdes.
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He creído soñar de tanta dicha
viendo que mis arterias se me pierden
y creyendo morir, junto a tu pecho,
la muerte he bendecido una y mil veces.
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Que no es muerte morir entre tus brazos,
muerte fuera vivir, si no me quieres,
arrancada de tí, de tus raíces;
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de ese tronco viril que me protege
deshaciendo ante mi feminidad
todo un mar desbordado de laureles.
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VERDE
Verde prado, verde mar.
Verde mi amor de esperanza.
Verde la brisa en bonanza.
Verde el laurel y el pinar.
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Verdades de verde aliento
en el verde de tus ojos.
Tristezas verdes y enojos
en el verde adiós del viento.
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Verdeazul de tu pupila
sobre el verde campo en flor.
Verde, verde, verdeolor,
de la verde hierba en fila.
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Viril verde de tu hombría
junto a mi verde ilusión.
Verde jugo de pasión
me da tu verde alegría.